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Beneficios de la vitamina C

Las vitaminas son sustancias imprescindibles para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo. Algunas puede producirlas el organismo, pero otras solo se adquieren mediante la dieta o por suplementos. Este es el caso del famoso ácido ascórbico, mejor conocido como la vitamina C.





¿Qué es la vitamina C?





Es una sustancia hidrosoluble, lo que significa que no puedes almacenarla, por tanto es necesario su consumo diario. Se encuentra en todas las frutas y verduras, además de en alimentos y bebidas fortificadas. Los cítricos, como las naranjas, y además las fresas y las piñas, son especialmente ricos en vitamina C.





La cantidad necesaria de ingesta por día varía según la edad y el sexo, y no existe consenso en cuánta de esta vitamina deberíamos tomar por día, aunque sí debiera ser superior a 40 mg,  idealmente entre 70 y 200 mg diarios. El consumo inferior de 10 mg puede causar problemas como el escorbuto (por esta razón, la vitamina C se conoce como vitamina antiescorbútica), inflamación, piel reseca y problemas de cicatrización, entre otros. Si se consume en exceso, el cuerpo la elimina por la orina.





El consumo excesivo, sobre 2000 mg por día, pueden causar problemas gastrointestinales como diarrea o dolor estomacal, entre otros. No se recomienda el alto consumo de esta vitamina en personas con cálculos renales.





Funciones y beneficios





La importancia de que consumas esta vitamina diariamente radica en sus múltiples funciones. Es necesaria en varios mecanismos fisiológicos:





- Es un potente antioxidante, reduciendo el estrés oxidativo y protegiendo a las células de los daños que causan los radicales libres. La concentración elevada de radicales libres daña los componentes celulares, incluso el ADN, teniendo un importante papel en el cáncer, las enfermedades cardiacas y la artritis.





- Es requerida para la síntesis de carnitina y colágeno, siendo así esencial en el mantenimiento de los tejidos y de la piel y la cicatrización. 





- Previene la arteriosclerosis y otras enfermedades degenerativas relacionadas con los vasos sanguíneos. 





- Ayuda al sistema inmunitario, tanto reforzando las barreras epiteliales como estimulando los leucocitos y mediando en la respuesta inmune. Aunque no previene el resfriado, reduce la duración y severidad del mismo.





- Actúa en la absorción del hierro no hemínico (proveniente de fuentes vegetales), ayudando así a prevenir anemias.





Te recomendamos mayor consumo de esta vitamina si eres fumador (pues tienes mayores radicales libres), mujer en edad fértil (para estar preparada con mejores depósitos de hierro en caso de embarazo) o requieres dietas especiales o sufras trastornos de absorción.





Así, la vitamina C es necesaria y recomendada para llevar una vida saludable, pues te trae beneficios en muchos ámbitos. Mejora el sistema inmunitario, ayuda a cuidar la piel y su correcto consumo podría protegerte de enfermedades degenerativas o cardíacas, así como retardar el envejecimiento.