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¿Has notado si últimamente te cuesta conciliar el sueño por las noches?

Durante nuestra vida, todos podemos padecer dificultades para conciliar el sueño. Esta situación es frecuente, lo que no quiere decir que sea normal. Por ello, lo mejor es descubrir la causa y probar con distintos remedios. A continuación, explicamos cuáles son los síntomas del insomnio y cómo la alimentación puede ser la solución.

El déficit de melatonina, la causa común del insomnio

Lo más común es que las digestiones pesadas o las etapas de estrés sean las responsables de que no podamos dormir bien. Incluso hay enfermedades, como la depresión, que impiden mantener un descanso reparador. Sin embargo, la causa directa es una escasez de melatonina, la hormona que regula los ciclos sueño-vigilia.

Por lo general, los síntomas del insomnio más habituales son:

  • Dificultad para quedarse dormido.
  • Sentir que no se ha descansado.
  • Desvelarse durante la noche.
  • Cansancio o sueño durante el día.
  • Irritabilidad, ansiedad o agresividad.

Además, todo lo anterior puede estar acompañado de otros síntomas, como la ansiedad nocturna. Esta se da cuando experimentamos nerviosismo al acostarnos, por el hecho de que sabemos que no podremos descansar.

¿Qué hacer para dormir? La alimentación, un gran aliado

Una adecuada nutrición puede ser clave para combatir los síntomas del insomnio, ya que tiene la capacidad de elevar nuestros niveles de melatonina. De igual modo, puede incrementar la segregación de serotonina durante el día para que sintamos mayor relajación y confort. Por ello, conviene saber qué alimentos son los más recomendados para favorecer el sueño.

Los frutos secos, fuente de triptófano

Este tipo de alimentos siempre debería estar presente en nuestro régimen para dormir bien. Sobre todo las nueces, las cuales contienen casi 4 nanogramos de melatonina. Además, este fruto seco es una fuente de triptófano, el desencadenante de la segregación de la hormona del sueño.

Los lácteos aportan aminoácidos esenciales

De entre todos, la leche es el más recomendable, ya que ejerce una doble acción. Por un lado, contiene un aminoácido esencial como es el triptófano. Por otro, su contenido en calcio hace que sea más digerible. En consecuencia, contribuye a evitar las digestiones pesadas.

Las frutas, ideales para la ansiedad nocturna

Quienes sienten ansiedad durante la noche, pueden mitigar su influencia mediante la ingesta de alguna fruta. En concreto, numerosos estudios avalan que tomar un kiwi resulta beneficioso para reducir los niveles de estrés y nerviosismo. Esto se debe, importantemente, a su aporte de serotonina, conocida como la «hormona de la felicidad», lo que lo convierte en una ayuda imprescindible.

Los pescados azules, ideales por el omega-3

En ocasiones, el cerebro puede generar señales que inhiben la segregación de serotonina. En este sentido, el omega-3 lo impide para que podamos tener un sueño realmente eficaz. Los pescados azules son la mayor fuente de este nutriente, sobre todo la sardina, el rodaballo o el salmón.

En definitiva, la alimentación es un pilar fundamental para contrarrestar los síntomas del insomnio, una condición que puede perjudicar la calidad de vida a medio plazo. Para evitarlo, es fundamental mantener un sueño reparador, continuo y de extensión adecuada. Por tal motivo, conviene saber qué hacer para dormir para descansar bien, como seguir una dieta que así lo facilite.